¿Qué se puede decir de alguien como yo?. Lo cierto es que si la muerte hubiera estado tan cerca que pudiera mirarla a los ojos, nunca habría actuado como lo hice. No soy un héroe ni lo pretendí en vida. Simplemente buscaba algo de reconocimiento a un trabajo diario que resultaba tan rutinario como soportable. Quizás una palmadita en la espalda por hacer las cosas bien sería lo que necesitamos para seguir adelante con una sonrisa en la boca en vez de un gesto adusto de forzada gentileza. Lo cierto era que allí me encontraba, entre las puertas del cielo y del infierno y todavía no estaba seguro hacia donde tirarían más los hechos y decisiones que acompañaban mi corta vida. Quizás haciendo memoria pueda recabar información necesaria para esa valoración. No estoy muy seguro de que sirva de algo pero de todas formas allá voy.
No he sido nunca nadie que haya destacado en nada en particular. Solo me encuentro a mi mismo haciendo cosas que se pueden catalogar de frikie. Soy capaz de escribir e imaginar historias como si de películas se trataran. En ocasiones creo que también he soñado cosas parecidas. Me encantaba el cine y leer. Lo fantástico era mi mundo y hubiera deseado en más de una ocasión llegar a conseguir algún poder, o sumergirme en la trama de alguno de los libros que tanto me gustaban. Creo que por ese motivo no era capaz de ver nada bueno en el mundo real. Si había algo bueno tenía siempre una cara mala que lo podía rebatir con bastante facilidad. Cualquier acción de buena voluntad era capaz de volverse contra uno sin que siquiera te dieras cuenta. Demasiado complejeidad cuando en el mundo de la fantasía todo estaba claro. Los buenos, los malos, los neutrales, el honor, movía a las personas así como la bondad o la malicía. Alguien puede pensar que así es el mundo real, pero no, ahora hay intereses, solamente eso. El dinero, el bienestar, el amor, la amistad, todo es cuestión de interés y se somete a negociación cuando estás a punto de perder, porque siempre tienes que elegir entre lo que más te conviene sin ver la menor posibilidad de algo bueno para tu futuro.
Me ando por las ramas, ya lo se, pero no puedo evitar pensar que un mundo de fantasía me hubiera acogido con más amor y con más alegría que el de la realidad que me rodeaba. Unos estudios medios tirando a mediocres, una familia de clase baja que apenas podía llegar a fin de mes, una hermana que buscaba por encima de todo el libre albedrío y un novio que le comprara todo lo que nuestros padres no tenían. Las broncas eran diarias y el pan nuestro de cada día era el rencor y el reproche. Yo callaba por no llorar y me recluía en mi cuarto donde pasaba la mayor parte del tiempo sumergido en mis historias o en las historias de otro que me agradaban igualmente. Todo con tal de no verme arrastrado a la fulminante trayectoria de caída que llevaba cada uno de los miembros de mi familia. Tenía planes, aunque no sabía cómo los iba a llevar a cabo. Para todo hacía falta dinero, incluso para irse a estudiar fuera de casa y así deshacerse del estigma y maldición de la familia Sonseca. Por cierto, mi nombre es Camilo, un desvarío de mi madre en su afán por tener algo parecido a lo que fue Camilo Sexto, su ídolo de juventud que hoy día estaría por ahí tirado a punto de morir por cualquier droga. Esto o se si es verdad, pero tampoco me importa, por mi como si quiere estar dándose la gran vida.
El hecho es, que en ese entorno social poco futuro veía para mi. Había que ser algo egoísta, cosa que no se me daba bien, ya que cualquier carita de no haber roto un plato conseguía de mi el más ridículo de los favores. Era blando y eso tenía que cambiar, quizás por eso estaban dudando ahora a donde me mandaban, si al cielo o al infierno. ¿Qué pesaba más, las buenas o las malas acciones?. Aunque quiero fingir que me da igual no es cierto, yo siempre creí que iría al cielo, o que como mucho dejaría de ser consciente de mi para reencarnarme en otra cosa o persona o bicho viviente. Ahora lo único que contaba era lo que ya no tenía remedio.
sábado, 21 de noviembre de 2009
lunes, 16 de noviembre de 2009
Viviré
Viviré entre mares de sentimientos
capeando el temporal y los dulces vientos,
viviré desnutrido, anémico,
viviré en el sin sentido
de saber lo que no quiero,
viviré por vivir,
viviré por complacer
a quienes esperan algo de mi,
viviré en la zozobra
del desaguisado que es sentir.
Viviré en la última hora
del primer atardecer
de una vida que vuelve a amanecer,
viviré en la estrecha calle del saber,
en la que todos opinan y ninguno ve.
Viviré en la dulce melancolía
de echar de menos lo que fue,
sin dejar de disfrutar el día a día,
sin dejar de ser,
quien siempre he querido,
quien siempre soñé,
repartiendo caprichos
al amor de mi vida,
viviré para ella,
pues así mis sentimientos me lo dictan.
Viviré arañando espacios
de tiempo para ser feliz cada día,
para buscar su sonrisa,
viviré con su inolvidable compañía,
escribiendo mis desazones y mis alegrías,
mis religiones y mis simpatías,
narrando cada pequeña cuestíon
que se debata en el alma mía.
Viviré porque ya que tengo vida,
no la he desperdiciar,
y colmarla de primicias,
noticias que en grandes titulares
se leeran en las esquelas
de los recuerdos que acreditan
lo extenso de una vida.
capeando el temporal y los dulces vientos,
viviré desnutrido, anémico,
viviré en el sin sentido
de saber lo que no quiero,
viviré por vivir,
viviré por complacer
a quienes esperan algo de mi,
viviré en la zozobra
del desaguisado que es sentir.
Viviré en la última hora
del primer atardecer
de una vida que vuelve a amanecer,
viviré en la estrecha calle del saber,
en la que todos opinan y ninguno ve.
Viviré en la dulce melancolía
de echar de menos lo que fue,
sin dejar de disfrutar el día a día,
sin dejar de ser,
quien siempre he querido,
quien siempre soñé,
repartiendo caprichos
al amor de mi vida,
viviré para ella,
pues así mis sentimientos me lo dictan.
Viviré arañando espacios
de tiempo para ser feliz cada día,
para buscar su sonrisa,
viviré con su inolvidable compañía,
escribiendo mis desazones y mis alegrías,
mis religiones y mis simpatías,
narrando cada pequeña cuestíon
que se debata en el alma mía.
Viviré porque ya que tengo vida,
no la he desperdiciar,
y colmarla de primicias,
noticias que en grandes titulares
se leeran en las esquelas
de los recuerdos que acreditan
lo extenso de una vida.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Navegaré
Navegaré en los altos y bajos ríos,
en los mares alejados de las costas,
en los sempiternos lagos,
en los océanos de desafíos.
Navegaré en las palabras de ensueño,
en los susurros de los labios,
en los atardeceres lentos,
en el caminar despacio.
Navegaré en el arte del artista,
en la musa del saber,
en la enciclopedia del que analiza
cuanto hay que entender.
Navegaré por la necedad del incrédulo,
por la suficiencia del satisfecho,
por la vagancia del recelo,
por el delito del que no pudo.
Navegaré por narrativas perdidas,
por versos olvidados,
por sentimientos inútiles
que nos tienen atrapados.
Navegaré por almas a la deriva,
siniestras y embarradas,
por luces que indican
rutas de alegría.
Navegaré aunque socabones me impidan,
navegaré bajo las aguas de la vida,
no pararé por más que insistan,
pues tengo por delante otro día.
Navegaré para dar esperanza,
para mi brazo ofrecer,
para ser el bastón
del que me quiera cojer.
Navegaré por amor
a una especie desagradecida,
ayudando al que pueda,
amando al que se lo merezca,
pagando mi tributo
por cada segundo de vida.
en los mares alejados de las costas,
en los sempiternos lagos,
en los océanos de desafíos.
Navegaré en las palabras de ensueño,
en los susurros de los labios,
en los atardeceres lentos,
en el caminar despacio.
Navegaré en el arte del artista,
en la musa del saber,
en la enciclopedia del que analiza
cuanto hay que entender.
Navegaré por la necedad del incrédulo,
por la suficiencia del satisfecho,
por la vagancia del recelo,
por el delito del que no pudo.
Navegaré por narrativas perdidas,
por versos olvidados,
por sentimientos inútiles
que nos tienen atrapados.
Navegaré por almas a la deriva,
siniestras y embarradas,
por luces que indican
rutas de alegría.
Navegaré aunque socabones me impidan,
navegaré bajo las aguas de la vida,
no pararé por más que insistan,
pues tengo por delante otro día.
Navegaré para dar esperanza,
para mi brazo ofrecer,
para ser el bastón
del que me quiera cojer.
Navegaré por amor
a una especie desagradecida,
ayudando al que pueda,
amando al que se lo merezca,
pagando mi tributo
por cada segundo de vida.
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